La oscuridad simboliza muchas veces la confusión, el miedo, la desesperanza y el pecado en nuestra vida. Sin embargo, la Biblia nos asegura que la luz de Cristo brilla con fuerza en medio de la oscuridad y que esta luz jamás será vencida.
Jesús es esa luz verdadera que trae claridad a nuestras dudas y esperanza a nuestros corazones cansados. Aunque atravesemos momentos difíciles, su luz no solo ilumina el camino sino que también nos transforma por dentro.
Cuando dejamos que su luz brille en nosotros, nos convertimos en reflejos de esa luz para los demás.
Reflexión:
¿Permites que la luz de Cristo ilumine las áreas oscuras de tu vida? ¿Eres consciente de que esa misma luz puede brillar a través de ti para otros?
Hoy, decide caminar en la luz y ser un testimonio vivo de esperanza.
Oración:
Señor Jesús, gracias por ser la luz en mi oscuridad. Ilumina mi camino y quita toda sombra de duda o miedo. Ayúdame a reflejar tu luz a quienes me rodean. En tu nombre, amén.
