Juan 11:41 – “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.”

Antes de resucitar a Lázaro, Jesús hizo algo sorprendente: agradeció a Dios antes de ver el milagro. No esperó a que el muerto saliera de la tumba para dar gracias; lo hizo con fe, sabiendo que su Padre ya había escuchado.

Esa es la fe madura: la que confía antes de ver, la que agradece en medio del problema, la que celebra la fidelidad de Dios aun cuando todo parece perdido.

Cuando damos gracias antes del milagro, estamos diciendo: “Señor, confío en que tú ya estás obrando, aunque aún no lo vea”.

Reflexión:

¿Puedes agradecer hoy por lo que aún no ha ocurrido? No esperes a ver para creer. Cree y agradece ahora. Tu fe honra a Dios, y Él honra esa fe.

Oración:

Padre, gracias porque me escuchas incluso antes de que pronuncie una palabra. Hoy te doy gracias por lo que estás haciendo, aunque aún no vea el resultado. Ayúdame a confiar como Jesús confió. En su nombre oro, amén.

Carrito de compra
Scroll al inicio